sábado, 24 de marzo de 2012

Pascua de las mujeres


En esta noche te cantamos, oh! presencia Divina
Madre tierra, pachamama, Diosa del amor y la fertilidad.
Matriz generadora y gestadora…
Dios roca, salvación…
En esta noche cantamos tu bendición en nuestras vidas, tu luz iluminando nuestras sendas…
Divina Sophia de nuestras ancestras.
En esta noche en que el fruto del vientre de una mujer de Nazaret, venció a la muerte, entonamos un canto de alabanza.
Y cantamos el paso de la muerte a la vida, en la vida y la historia de las mujeres de manera especial… y cantamos la fuerza de tu presencia sabia y sanadora.
Y cantamos,
El poder de los vientres que alumbraron a través de los siglos, poblando los desiertos y los ríos, poblando las montañas, las ciudades… habitando las lunas y el hogar.
Y cantamos,
El alma femenina que dio calor al fuego e iluminó la lumbre. Las manos maternales que prepararon en cada atardecer una mesa para sentarnos todos.
Y cantamos, la potencia de manos cuidadoras que sanaron heridas y pararon la sangre de las guerras y señalaron rumbos para la paz y las noches hermanas.
Y cantamos,
Los caminos tejidos del amor y el desvelo, juntamente con las palabras nuevas que mostraron en cada amanecer rutas para un mundo posible, preñado de hermandad.
En esta noche, paso de la muerte a la vida, cantamos a Jesús, vencedor de la muerte, amigo del rocío en la mañana, que acunó en su mirada, siglos de sabiduría femenina, siglos de amor sororo.
En esta noche, paso de la muerte a la vida, cantamos a Jesús amigo de la mesa y del hogar, amigo de Betania, amigo y compañero de mujeres andantes, amadoras.
Y anunciamos, desde este corro de lazos femeninos… que cantaremos todas, que cantaremos todos… en una luna nueva, que el amor es posible y que los vientres de mujeres nacientes generarán un orbe de nuevos horizontes… de calles amarillas doradas por el sol y por el trigo…
En esta noche santa, noche del amor en prodigio, de la sabiduría en fuerza… cantamos la presencia divina en cada corazón de nuestra hermana.

sábado, 10 de marzo de 2012

CUARESMAS

¿De qué se habla cuando se habla de Cuaresma?  ¿De qué podremos hablar cuando mencionamos esta palabra o en nuestras  comunidades se intenta entrar en este espíritu?

Los diccionarios –teológicos o generales- nos remiten a un tiempo de cuarenta días, en el que la tradición eclesial invita a los creyentes a prepararse para la celebración de la Pascua. Esa preparación se entiende como un camino de penitencia, de cenizas y de dolor.

La verdad es que no se encuentra un fundamento en la biblia o en la vida de Jesús de Nazaret para pensar que el Espíritu de preparación para la celebración pascual, tenga que ser un espíritu de dolor provocado.  En la biblia aparece muchas veces el dolor, sí. Pero es un dolor que viene de afuera, de causas histórico-políticas (Lamentaciones), de causas existenciales (Job), de causas naturales como la enfermedad y la muerte.

No hay absolutamente ninguna razón para vivir el cristianismo en espíritu de penitencia. La vivencia y la búsqueda de la Divinidad, la amistad con Jesús… son realidades que se tienen que vivir con gozo profundo, con alegría serena. La vivencia comunitaria es una vivencia que tiñe la vida de un sabor y un perfume de nardos y de convivialidad. Se trata de construir un nicho espiritual que genere gotitas de felicidad.

Con su sabiduría habitual, Marià Corbí, comentando el evangelio de Juan, nos dice: El mensaje de las bodas de Cana es vino que embriaga y transforma la conciencia. Jesús es capaz de de provocar en nosotros la transformación de nuestra pobre condición de vivientes necesitados, llenos de expectativas y temores –el agua de nuestra forma cotidiana de ser- en el vino de la experiencia de la Divinidad. El cambia el agua insípida de nuestra pobre condición humana, falta de amor y conocimiento verdadero, en la embriaguez del conocimiento y el amor de Dios en todas las cosas. [M. Corbí y Halil Bárcena: Jesús de Nazaret, el mito y el sabio].

¿A qué nos llama entonces el tiempo de cuaresma,  esa preparación para el misterio de la Pascua? Si lo que celebramos es la vida. Si nuestras búsquedas existenciales más profundas son búsquedas de vida y nos encontramos en medio de una sociedad que de múltiples formas genera procesos de muerte, convirtiendo permanentemente a seres humanos en víctimas de diversas naturalezas. El camino hacia esa vida, en la perspectiva de Jesús de Nazaret, necesariamente tiene que pasar por la solidaridad con esas víctimas.

Es cierto que la dinámica evangélica es una dinámica de continua metanoia, es decir conversión.  La tradición eclesial, inspirada en el llamamiento de Juan Bautista y en la experiencia de Jesús en el desierto, también ha considerado este tiempo como de conversión. La transformación permanente siempre es fuente de vida y sí, podemos prepararnos a la Pascua, haciendo más consciente nuestra necesidad de transformaciones. Pero todo ello en medio del gozo profundo de la vivencia de un camino hacia Dios. Lejos de toda penitencia y/o ceniza.

Estamos llamadas y llamados en este tiempo cuaresmal a convertirnos hacia una mayor solidaridad, cercanía, empatía con las víctimas. A una mayor preocupación por ellas. A desarrollar sentimientos de acogida y solidaridad que ponga en marcha en nuestras injustas sociedades el principio misericordia.


Cali, Del 12 al 20 de Marzo de 2012

miércoles, 7 de marzo de 2012

8 de Marzo nuevamente

Llegamos nuevamente a esta fecha simbólica que cada año da lugar a discusiones y desviaciones parecidas. Si por qué hay que dedicar un día a la mujer si todos son los suyos… jefes enviando rosas… jefes invitando a sus secretarias a un motel… Una vez más hacemos el recuento: no se trata de un día postizo que quiera en abstracto y a-históricamente hacerle fiesta comercial a las mujeres, de eso ya tenemos bastante sin sentidos en nuestras sociedades.

Llega el 8 de Marzo y de nuevo nos confrontamos con algunas cosas: nuestro ser de mujeres en medio de una sociedad machista y patriarcal. Una sociedad que discrimina a la mujer que la explota doblemente, que la margina y minusvalora. En Colombia en concreto, los índices de violencia contra las mujeres aumentan: en lo que va de año, el número de las quemadas con ácido por sus compañeros se ha triplicado en relación a años anteriores. Nos llega además esta fecha en medio del debate por el atropello jurídico contra Vivian Morales (la fiscal general), que va a estar seguido de otro contra Sandra Morelli (la contralora general). En este país de corrupciones y quites a la ley, todo el rigor de nuestro santanderismo sólo se aplica en el caso de mujeres molestas. Por esa doble causa: porque pisan algunos callos sí, pero sobre todo porque se trata de mujeres en un país misógino.

No es una fiesta a la que  nos inviten. Es una conmemoración. Conmemoramos nuestras luchas, nuestra memoria histórica, el avance de nuestras reivindicaciones. Conmemoramos las batallas ganadas y los derechos conquistados. Recuperamos la memoria de las luchadoras y las pioneras. Hacemos conciencia de que sin las pioneras, sin las ancestras, no disfrutaríamos hoy de lo que disfrutamos.

Denunciamos también las desigualdades que subsisten, los horrores que hoy todavía en tantas sociedades vivimos las mujeres. Denunciamos los atropellos, las injusticias, las ignominias, los silencios. Reivindicamos igualdades plenas, derecho sobre nuestros destinos y sobre nuestras vidas.
Pero sobre todo, cele.bramos y festejamos nuestro ser de mujeres. Bendecimos nuestro sexo, sentimos el orgullo de nuestra propia grandeza. Sentimos el orgullo de nuestra propia historia de género. Abrazamos a nuestras congéneres en un abrazo inmenso… y como Gioconda Belli, damos gracias porque hemos sido creadas mujeres.
Cali, semana del 5 al 11 de Marzo de 2012